Nunca supe como decirte lo siguiente sin sonar extraña, en los días fríos como hoy me haces mucha mas falta de lo normal, necesito tus brazos que me hacen sentir como en casa, como que no pasa nada aunque el mundo fuera de nosotros se este cayendo a pedazos, necesito tu mirada que me guié a donde yo no corra peligro con nadie, ni conmigo misma; pero la verdad es que aun me provocas lo mismo que al principio cuando te veo, me vienen tantas dudas y preguntas a la cabeza, el cuerpo me sigue temblando y ese hueco en la panza sigue apareciendo…
La pregunta mas grande es…
¿Alguna vez has tenido algo tan bonito que no quieres ni tocarlo para no hacerle daño?
Pues yo si, eso eres tú para mí.
Eres el ave que se acerca y me provoca quedarme inmóvil para no ahuyentarla; eres una ráfaga de viento en un día soleado, de esas que se disfrutan mejor quieto y con los ojos cerrados; eres la fragilidad de todo lo que prefiero no tener antes que ver lejano.
No se si me entiendas y no se si alguna vez tu te sentiste así, pero espero que si.